UN RUISEÑOR DEL CIELO
Es un ruiseñor
que canta en el oeste,
Atrayendo miles
de esporas celestes,
Creando un eco
de diciembre;
Un tornado de
cantos vivientes.
Se siente el
viento húmedo,
desde el lugar
más lejano,
cerca de un
invierno etéreo,
lúgubre y
duradero.
Las aves
surcan los cielos,
abanicando su
propio cuerpo,
con cien
diferentes modelos
de su figura
en el viento.
Los árboles
cantan en silencio,
nuestros oídos
no escuchan su tono agudo,
mucho menos su
mensaje vivo.
¡El mensaje del
Creador del Nilo!
Vemos lo que
queremos,
no lo que es
entero,
aquello que es
cierto;
¡Su cielo
eterno!
Profundos ecos
sucesivos,
que agarran
fuerza de Su silbido,
de su aire
tibio.
¡De Su dulce
abrigo!
El mar se
mueve cuando Sopla,
los animales
levantan su cola,
los cielos Le
abren paso,
¡Nosotros nos
inclinamos!
Su morada es
nuestra casa,
Su comida es
nuestra honra,
Su jugo no da alegría,
¡ÉL ES
FELICIDAD EN CARNE VIVA!
Es un ruiseñor
del cielo eterno,
que Atrae con
su canto a cualquier alma en velo;
Llena de amor
nuestro cuerpo,
¡ÉL ES AMOR
PURO Y SINCERO!
Copyright Todos los derechos reservados ©A.J. Araya B.
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