PUENTE EN FALSO
Junto a ti me sentaba
en aquella mañana,
con variaciones de charla
y mirando hacia la nada.
Rozaba tu boca
con mis manos en prosa;
con la cruel insistencia
y el sentimiento hasta la
fecha.
¡Qué buena hora vendrá!
Me ilusionaba con tu
amistad,
sostenía tu cara con
sinceridad,
quería ser más que tu fiel
pedestal
y llevarte hasta el altar.
Soy el emisor de tu amor
celestial,
el receptor de mi cruel
irrealidad,
el consejero contra aquel
mal
y el blandir del bienestar.
¡Qué buena fuerza existirá!
Tú eres cada secreto que
llevo,
aquel naufragio que
respeto,
la salvadora de mi
sufrimiento
y el puente en falso en el
que me arriesgo.
Enciendes el fuego que
encierro
en mi corazón y mi pecho,
la presencia que siento
y el sentido de mis sueños.
¡Qué hermosa eres aún en el
mar!
Forcejeo la cerradura de tu
lecho,
intento llenarme de tu
credo,
aparezco con un viento
venidero;
¡Quiero ser tu amor verdadero!
Tonifico cada verso que
escribo,
inspirado en tu dulce nido,
acarreando cientos de
deseos vivos,
y la más hermosa luz del
Sol encendido.
¡Qué bella es tu sonrisa angelical!
Postergaré este amor
intenso
para encontrarte en tu
natal pueblo,
acariciar tu sedoso y
hermoso cabello,
y rozar, si me lo permites,
tu suave cuerpo.
Copyright Todos los Derechos Reservados ©A.J. Araya B.
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