Luz Celestial
¿Qué hago aquí?
Está oscuro,
lleno de brumos,
siento mucho humo.
Estoy solo,
no escucho ningún
ruido,
no veo en absoluto,
¿qué pasa conmigo?
Tengo nauseas,
el humo me afecta,
respiro apenas,
ya no siento mis
venas.
¿Será el humo?
¿Tal vez el
consumo?
¿Este es el daño
que provoca lo que hago?
Estoy encerrado,
no encuentro un
hueco,
está todo opaco,
¡qué malo es lo bizarro!
Tengo que dejarlo…
por el templo que
me ha Dado,
por la sangre que
me ha Otorgado,
por mi alma y mi
espíritu sano.
…
Recién empiezo a
saberlo,
el humo es malo,
pero gracias a Dios
ha llegado
la luz de Su mano.
Él me cubrió con su
manto,
Expulso los grumos
y el llanto,
Me volvió sano y
salvo,
Me bendijo con Su
perfecto amor y Su aire santo.
Dios me ha alejado
de ese mal hábito,
que deja rastro,
pero que ya he
olvidado.
DIOS ES ETERNO Y LO AMO
Copyright Derechos reservados A.J. Araya B.
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