DIFÍCIL DE OLVIDAR
Es el destello de
aquel momento
en el que no me
otorgaste un beso,
un pasado de
fuertes desconsuelos,
una invasión de
sufrimientos.
Fue en la morada en
la que habitaba,
la cual era modesta
y un poco desordenada,
donde impregnaste
un olor en mi almohada
que no he dejado de
oler desde esa mañana.
He intentado
olvidarme de tu aroma
percibiendo otros desde
esta hondonada,
mezclando la
esencia de muchas rosas,
sorteando entre miles de personas.
Te apegaste tanto a
mi cabeza
que no he podido
sacarte de ella;
es tan remoto el
amor que me alberga
y ¿no sé cómo
soltarme de tu cadena?
Voy por cada calle
de esa alameda,
advirtiéndome de tu
bella presencia,
que me honraría con
mucha firmeza
y un simple brote
de coincidencia.
Ojeaba a todos los
que se acercaban;
a veces a
preguntarme la hora,
desvainar una
corpulenta presencia
e inclinarse sin
hacer una reverencia.
Jugueteaba con mis
amadas palabras,
escribiendo muchas
para mí adorada,
sosteniendo cada
frase sincera
para no olvidar que
eres una de las mayores doncellas..
Sorteaba cada
segundo de mi vida
para aparentar que
no sufría por tu dicha,
una alegría que
confabulaste con otro de tu misma firma
y que no te dará
más de lo que yo te ofrecería.
Haría cualquier
cosa por volver a sentir tu aroma,
acariciar tu suave
piel de seda,
besar tus labios de
un rosa canela,
y mirar en lo
profundo de esos ojos de princesa.
Mi sentimiento será
siempre más duro que el diamante,
más hermoso que el
arte,
más grande que la
propia Antares
y más honesto que
cualquier frase.
Copyright Derechos Reservados © A.J. Araya B.
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